Con un imponente marco de público, la localidad de San Agustín llevó adelante este domingo el festejo por los 113 años desde su fundación con múltiples y variados actos.
Ya por la mañana del día anterior comenzaron a trabajar los distintos expositores, artesanos y propietarios de los juegos recreativos e inflables que se dispusieron alrededor de la plaza principal. Desde la noche del sábado los "baqueanos de las brasas" estuvieron a cargo de cocinar las tradicionales vaquillonas con cuero.
El acto protocolar comenzó este domingo pasadas las 9 con el izamiento de la bandera argentina en la Delegación Municipal, donde se dispuso el palco oficial que estuvo encabezado por el intendente Esteban Reino, quien estuvo acompañado por la delegada en San Agustín, Mariángeles Pietrantuono, concejales y funcionarios municipales. Frente al palco desfilaron instituciones educativas de todos los niveles. También rindieron homenaje al pueblo de San Agustín agrupaciones folklóricas, fuerzas de seguridad, Bomberos Voluntarios y personal sanitario del hospital "Felipe A. Fossati". Además hubo una exposición de autos antiguos.
Tras una breve pausa para disfrutar de las vaquillonas, comenzaron los espectáculos artísticos con la puesta en escena del Ballet Folkórico "Querencia de mi sentir". La grilla continuó con Cristian Méndez, Mala Junta, La Coplada, agrupación "Estampa Criolla"; prosiguió con "Gaby, la voz sensual del tango", agrupación "Sonkoy Manta", Enzo Carmona "El tambero cantor", Ballet "Los Amigos" y Darío Maldonado.
Los platos fuertes de la noche, a juzgar por el recibimiento del público, fueron las presentaciones de Carlos Ramón Fernández, quien fue ovacionado durante toda su perfomance y a la salida del escenario eufóricamente; y el gran cierre estuvo a cargo de "La F Etchemendy", dúo que hizo bailar a todos con su amplio repertorio.
El lugar tuvo una importante convocatoria desde muy temprano, mientras que a partir de las primeras horas de la tarde, en coincidencia con el inicio de los números artísticos, se colmó de público que se acercó desde distintos puntos, no solo de Balcarce: hubo gente llegó desde Lobería, Mechongué, Los Pinos, Necochea, Otamendi y Miramar. Incluso se escuchó entre el público un pedido para saludar a "la gente de Las Flores y Chascomús".
Sin haberse podido precisar oficialmente un número, de lo que no quedan dudas es que se trató de una jornada histórica en la que, probablemente, haya sido la mayor convocatoria jamás vista.