Un flagelo que azota habitualmente a las grandes ciudades parece haber llegado a Balcarce. Seducidos por los precios del mercado clandestino de la chatarra y en especial por el aumento del valor del cobre en el último tiempo, se ha visto acrecentado el destrozo con fines de robo de las redes de comunicación y de energía eléctrica con la finalidad de vender dicho material.
Recientemente se han comenzado a registrar con mayor frecuencia en zonas alejadas del casco urbano este tipo de delitos que dejan incomunicadas las redes de grandes empresas prestatarias de servicios. Hace muy poco tiempo en la ruta 226, a la altura de la conocida fábrica de automotores "Crespi", autores ignorados hasta el momento sustrajeron más de 2.500 metros de cable de cobre. En otro hecho, en la zona de la "Curva de Sarapistón" sobre la ruta 55, se produjo el robo de 300 metros del mismo material, además del vandalismo a los postes que los sostienen.
Según fuentes consultadas por Sudestada, el modus operandi es iniciar con estos delitos en zonas alejadas y ante la inacción o la falta de una consecuencia legal continúan con los robos en las zonas más urbanizadas.
Hechos en la región
Estos delitos contra la propiedad se vienen denunciando en localidades de la zona como en Necochea, donde en marzo de este año, luego de la denuncia radicada por la Cooperativa de Electricidad local en diciembre pasado se allanó una vivienda y se logró dar con parte del botín que los malvivientes habían sustraído de la red que une eléctricamente esa ciudad con la de Quequén.
En tanto en Tandil los delincuentes, que luego de meses de investigación fueron identificados, sustrajeron ilegalmente casi 200 metros de cable subterráneo, y ya que estaban se robaron las luminarias de alta intensidad del lugar. Según la fuente consultada, estos hechos afectan al servicio pero sobre todo exponen a un riesgo de electrocución a las personas que cometen este tipo de delitos y a terceros. Además el robo de cableado de alta tensión es sofisticado porque es muy peligroso. "No hace falta que se toque el cable, la aproximación puede ser suficiente para recibir una descarga letal", aseguró un técnico de una de las empresas afectadas.
Fibra óptica
La empresa Movistar (ex Telefónica de Argentina) también ha sufrido este tipo de vandalismos en distintos puntos del país, con la salvedad de que sus tendidos son prácticamente en su totalidad de fibra óptica, los que no tienen ningún valor comercial ya que en su interior no contienen cobre. "Robar cables de fibra óptica no es negocio en ningún lugar del mundo porque están hechos de vidrio y no tienen ningún valor luego de que son cortados", aseguraron desde la empresa telefónica.