Este miércoles, una tragedia marítima sacudió las costas de Túnez cuando una embarcación con inmigrantes sudaneses naufragó, dejando un saldo desgarrador de vidas perdidas y personas desaparecidas. El juez Farid Ben Jha, responsable judicial tunecino, informó el jueves que se han recuperado los cuerpos de 13 de los inmigrantes, mientras que otros 27 continúan desaparecidos.
El barco, que partió de Sfax, llevaba a bordo a 42 personas, todas ellas de nacionalidad sudanesa. Afortunadamente, dos personas fueron rescatadas tras el naufragio, según mencionó el juez Ben Jha.
Túnez ha emergido como un importante punto de partida en el norte de África para aquellos que huyen de la pobreza y los conflictos en otras regiones de África y Oriente Medio, con la esperanza de encontrar una vida mejor en Europa.
En el último año, el país ha experimentado una afluencia migratoria sin precedentes, con frecuentes tragedias marítimas donde embarcaciones naufragan frente a sus costas mientras transportan a inmigrantes africanos subsaharianos en busca de llegar a Italia.
Según las autoridades tunecinas, en 2023, la guardia costera del país recuperó casi 1.000 cuerpos de migrantes ahogados frente a sus costas, cifra que supera los registros de años anteriores y refleja la magnitud de la crisis humanitaria.
Además de los inmigrantes sudaneses, también se ha informado sobre ciudadanos tunecinos que intentan realizar travesías peligrosas hacia Europa. El mes pasado, unos 40 migrantes tunecinos desaparecieron después de zarpar en una embarcación con destino a Italia, sumándose así a la lista de tragedias marítimas que han impactado a la región.