El peronismo en el territorio bonaerense está experimentando tensiones internas que se han puesto de manifiesto en los últimos días. Los desacuerdos entre distintas facciones del partido reflejan las diferencias en cuanto a la reorganización del peronismo en su rol de oposición frente al gobierno de Milei, pero también involucran el clásico conflicto por el armado de listas de cara a las elecciones de 2025.
El ministro de Desarrollo Social de la Provincia, Andrés "Cuervo" Larroque, fue el primero en manifestarse públicamente, expresando su apoyo a Axel Kicillof y atacando a quienes cuestionan al gobernador. Esta declaración pareció dirigirse a Máximo Kirchner, quien arrastra una relación tensa con Kicillof desde el cierre de listas del año pasado.
Mariano Recalde, presidente del PJ porteño y cercano a Máximo Kirchner, respondió a las críticas, sosteniendo que no ha escuchado a miembros del kirchnerismo cuestionando a Kicillof. Además, cuestionó a quienes critican a Cristina Fernández de Kirchner.
Las diferencias entre las facciones del peronismo bonaerense han sido evidentes durante todo el mandato de Kicillof y se intensificaron durante el cierre de listas de 2023. En La Plata, se quejan de la falta de apoyo a la gestión provincial, que es clave para la proyección de Kicillof como posible referente de la oposición a nivel nacional.
El conflicto también tiene raíces en la Cámara de Diputados bonaerense, donde las facciones están claramente marcadas. Las diferencias han causado dificultades en temas clave como las vacantes en la Suprema Corte de Justicia bonaerense.
En medio de estas tensiones, Larroque y Kicillof participaron en un acto en la Quinta de San Vicente, en un evento que tuvo un enfoque peronista y kirchnerista. Larroque aprovechó la oportunidad para criticar las formas de conducción política en el espectro kirchnerista y subrayar la necesidad de una conducción con un movimiento popular más fuerte.
Recalde, por su parte, destacó la importancia de las discusiones internas y criticó a quienes cuestionan la conducción de CFK. Además, señaló que apoyar a Cristina es fundamental, incluso cuando comete errores.
Las tensiones internas en el peronismo bonaerense tienen implicaciones significativas para la política local y nacional. A medida que se avecina una crisis financiera y una situación compleja en la provincia de Buenos Aires, el partido debe encontrar una manera de unirse para enfrentar los desafíos futuros y fortalecer su posición como oposición a nivel nacional.