La Fiesta Nacional del Ternero y Día de la Yerra se originó en 1967 como una festividad multitudinaria y tradicional celebrada inicialmente en la estancia San Bernardo de los hermanos Araoz, dos productores ganaderos de la capital argentina, en las afueras de la localidad de Ayacucho. La idea de crear esta festividad surgió a raíz de un petitorio firmado por los asistentes que expresaban su deseo de honrar al hombre de campo.
La yerra, una actividad que implica marcar los terneros, se llevaba a cabo en otoño y representaba un momento de socialización y de intercambio lleno de prácticas propias del ámbito rural. El objetivo principal de la Fiesta Nacional del Ternero y Día de la Yerra es rendir homenaje al trabajo del hombre de campo, a través de los elementos característicos que según los organizadores, son el ternero y la yerra.
Las gestiones para la realización de la fiesta comenzaron en la gobernación de la provincia de Buenos Aires y tras su aceptación, el 17 de mayo de 1968, se decretó la Fiesta Nacional del Ternero y Día de la Yerra desde el Poder Ejecutivo Nacional. Un grupo de ayacuchenses formó una comisión promotora y organizó asambleas en clubes locales para difundir la idea y sumar apoyo para la celebración.
La fiesta incluye una variedad de actividades como exposiciones ganaderas, jineteadas, competiciones deportivas, espectáculos musicales y bailes populares. La tradición de la yerra se mantiene viva con la marcación de terneros realizada por los ganaderos locales.
La primera edición de la Fiesta Nacional del Ternero y Día de la Yerra se llevó a cabo los días 3 y 4 de mayo de 1969 en el predio del ferrocarril de Ayacucho. La inauguración estuvo a cargo del entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Oscar Alende. Durante los dos días de la celebración, más de 20.000 personas participaron en diversas actividades, convirtiendo el evento en un éxito rotundo.
La Fiesta Nacional del Ternero y Día de la Yerra es un símbolo de la tradición y la cultura rural argentina, que sigue siendo celebrado cada año en Ayacucho. Es un espacio para disfrutar de las costumbres del campo y para reconocer el arduo trabajo de los hombres y mujeres dedicados a la producción agropecuaria.