Foto: gentileza FM Ebeneser. |
Una de las afectadas manifestó: “Es el único mango que tenemos para sobrevivir. Nosotros no le estamos robando a nadie”.
Este sábado por la noche, un clima de tensión se vivió frente a la sede de Gendarmería Nacional, ubicada sobre la avenida Favaloro, entre 26 y 28 de Balcarce, debido a un operativo en el que las fuerzas de seguridad actuaron en cumplimiento de la Ley 22.362, que regula las marcas y la propiedad industrial. La intervención se produjo tras la incautación de productos, principalmente prendas de vestir, adquiridos por un grupo de alrededor de 40 vecinos de la ciudad, quienes habían viajado hasta el predio "La Salada", en el conurbano bonaerense, con el propósito de comprar mercadería para su reventa.
El grupo, que había viajado en dos combis, se encontró con que su mercadería fue secuestrada por las autoridades, mientras se intentaba verificar la procedencia de la misma. Según se supo, los efectivos de Gendarmería estaban revisando las facturas de compra y realizando otras diligencias para determinar si los productos incautados infringían los derechos de marcas registradas. La situación se prolongó por varias horas, lo que generó una creciente preocupación entre los afectados y sus familiares, quienes comenzaron a llegar al lugar mientras se desarrollaba el operativo.
Entre los familiares que se acercaron, algunos informaron que había personas con problemas de salud, como diabetes, que se encontraban en una situación de particular vulnerabilidad debido a la incertidumbre y el estrés generado por el procedimiento. A medida que avanzaba la noche, las versiones sobre lo que estaba ocurriendo se multiplicaban, y se hacía cada vez más evidente la angustia de quienes dependían de esa mercancía para su sustento.
Una de las mujeres afectadas por la situación expresó su preocupación por la falta de información sobre el destino de la mercadería. La comerciante detalló que muchas personas habían invertido sumas considerables de dinero, algunos recurriendo incluso a préstamos, con la esperanza de mejorar su situación económica a través de la venta de ropa. "Supuestamente toda la ropa que tenga marcas internacionales como Adidas y Nike la van a decomisar, el resto no. Mi amiga invirtió más de 700 mil pesos en zapatillas", relató visiblemente angustiada.
Otra de las afectadas, quien había realizado una inversión conjunta con varias vecinas, destacó que la venta de ropa es la única fuente de ingresos que tienen para enfrentar la difícil situación económica. "Es el único mango que tenemos para sobrevivir. Nosotros no le estamos robando a nadie", sostuvo, mientras recibía múltiples mensajes de sus compañeras de negocio, que también se encontraban esperando novedades.
A última hora del sábado, la situación seguía sin resolución. Los efectivos de Gendarmería continuaban con las actuaciones pertinentes, mientras verificaban las facturas de compra y la autenticidad de las marcas involucradas. Este tipo de operativos, aunque no son frecuentes, ponen de manifiesto la rigurosidad de las políticas de fiscalización en torno a las marcas registradas, para la protección de los derechos de los titulares de marcas y la prevención de fraudes comerciales.
El procedimiento en cuestión se enmarca dentro de las medidas tomadas por las autoridades para evitar la comercialización de productos falsificados o de origen ilícito, un problema que afecta tanto a los consumidores como a los comercios que actúan dentro de la ley. En este contexto, la Ley 22.362, sancionada en 1981, se presenta como una herramienta clave en la lucha contra la infracción de derechos de propiedad intelectual en Argentina.