Este miércoles por la mañana tuvo lugar en la Plaza Libertad de la ciudad de Balcarce la segunda campaña de Recolección de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) del año. La iniciativa fue un éxito rotundo, con una destacada participación de los vecinos, quienes respondieron con entusiasmo a la convocatoria.
La campaña, organizada por la Dirección de Gestión Ambiental, tiene como principal objetivo promover el reciclaje responsable de dispositivos electrónicos, al tiempo que genera un impacto positivo tanto en el medio ambiente como en la reinserción social de personas privadas de libertad.
Cada vez que un aparato electrónico llega al final de su vida útil, como celulares, computadoras, televisores y electrodomésticos, se enfrenta el desafío de su disposición adecuada. Estos productos contienen componentes que, si no se gestionan correctamente, pueden causar graves daños ambientales. Los materiales y metales pesados que componen los aparatos, como plomo y mercurio, pueden filtrarse al suelo y al agua, generando contaminación.
Además de la reducción del impacto ecológico, esta campaña también busca fomentar la reutilización de los componentes reciclados por internos del Servicio Penitenciario de Batán. A través de un proceso de reciclaje, los reclusos tienen la oportunidad de reparar y reutilizar materiales de los dispositivos, contribuyendo a la creación de nuevos productos y facilitando su posterior comercialización.
Wanda Marín, titular de la Dirección de Gestión Ambiental, destacó la creciente presencia de equipos electrónicos en la vida cotidiana. "Vivimos en una sociedad en la que el uso de dispositivos electrónicos y eléctricos aumenta día a día. La innovación tecnológica y el constante recambio de equipos hacen que muchos dispositivos se queden obsoletos rápidamente", señaló. Además, explicó que cuando estos dispositivos dejan de ser útiles, se convierten en residuos, muchos de los cuales pueden ser reciclados o reutilizados, aunque otros contienen sustancias peligrosas que deben ser gestionadas adecuadamente.
En cuanto a la magnitud del problema, diversos estudios como los realizados por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), Greenpeace y el Centro Regional Basilea, estiman que cada argentino desecha alrededor de tres kilos de residuos electrónicos al año. Esta cifra pone de relieve la importancia de la correcta gestión de estos residuos, que, si son tratados de manera adecuada por entidades certificadas, no representan una amenaza para el medio ambiente. La Ley Nacional N° 24.051, que regula la disposición de residuos peligrosos desde 1992, establece las normativas necesarias para su tratamiento seguro.
A través de campañas como esta, la ciudad de Balcarce no solo contribuye a reducir el impacto ambiental de los residuos electrónicos, sino que también promueve la educación y la conciencia sobre la importancia del reciclaje y la reutilización de materiales, elementos clave para un futuro más sustentable.