Este lunes 25 de noviembre, los Bomberos Voluntarios de Ayacucho conmemoraron 67 años de compromiso y dedicación con una jornada marcada por los tradicionales toques de sirena a las 08:00, 12:00 y 18:00 horas.
La institución nació en 1957 como respuesta a una serie de incendios devastadores que sacudieron a la vecina comunidad entre 1956 y 1957. Entre estos eventos se destacan el incendio de la carpintería de José Tótaro, el de 800 hectáreas de campos en el Establecimiento “San Juan” y el siniestro que destruyó una veterinaria en 1957.
Bajo el liderazgo de Adelor Ovidio Pavacich, los vecinos se organizaron para fundar la Asociación de Bomberos Voluntarios, cuya primera sede se ubicó en una casa de las calles San Martín y Sarmiento. La familia Suárez cedió el inmueble en 1963, que fue donado al municipio en 1965. Sin embargo, la personería jurídica de la institución no llegó hasta 1981, consolidando su estatus legal.
Hoy, los bomberos operan desde un edificio moderno sobre la avenida Dr. Pedro Solanet, reflejo del esfuerzo conjunto de la comunidad y el crecimiento institucional. Durante la década de 1960, contaban con una autobomba donada por la provincia y un Jeep con sistema espumífero, simbolizando los primeros pasos en la lucha contra incendios.
A lo largo de estos 67 años, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios se ha consolidado como un pilar fundamental de Ayacucho, brindando asistencia ante emergencias y manteniendo vivo el espíritu solidario que impulsó su fundación.