La gestión de Esteban Reino como intendente de Balcarce, que comenzó esta semana su décimo año al frente del Departamento Ejecutivo y se encuentra en su tercer mandato consecutivo, ha sido objeto de críticas por diversas razones. A pesar de algunos logros, los problemas que enfrenta su administración son significativos y afectan la calidad de vida de los ciudadanos. La falta de atención a temas cruciales ha generado un creciente descontento entre un sector de la población.
Uno de los problemas más evidentes es la falta de atención al Plan de Ordenamiento Urbano y Territorial. La inadecuada planificación de obras públicas ha tenido consecuencias devastadoras, como se evidenció durante las inundaciones recientes. La incapacidad para prever y gestionar adecuadamente las lluvias intensas, unidas a la falta de limpieza y desobstrucción de los desagües, ha exacerbado la situación. Muchos vecinos se han visto afectados por la falta de infraestructura adecuada que debió planificarse anticipadamente, lo que ha llevado a un sentimiento de frustración y abandono.
En el ámbito de la salud, la situación del Centro de Rehabilitación ubicado en la intersección de las calles 1 y 16 es un claro ejemplo de la falta de gestión. La tardanza en el proceso de pase a la provincia ha llevado a que un servicio esencial para la comunidad no se culmine, dejando a muchos ciudadanos sin el acceso a la atención que necesitan. Esta falta de acción por parte de la administración ha generado críticas entre los habitantes, que ven en esta situación un reflejo de una gestión que no prioriza sus necesidades.
La seguridad es otro tema crítico en Balcarce. La falta de mantenimiento y funcionamiento de las cámaras de vigilancia del Centro Operativo de Monitoreo (COM) ha contribuido a un aumento en el descontrol vial y la inseguridad. Esta problemática no solo afecta la paz de la comunidad, sino que también ha incrementado la demanda de atención médica, desviando recursos como ambulancias hacia accidentes de tránsito en lugar de atender emergencias de salud. La percepción de inseguridad ha crecido, dejando a los ciudadanos con un sentimiento de vulnerabilidad.
En cuanto al manejo del Fondo Educativo, la discrecionalidad en su uso ha generado críticas. Las decisiones sobre el destino de estos fondos recaen en un grupo reducido de personas, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la transparencia y la justicia en la asignación de recursos. Cuando los fondos provinciales se retrasan, desde el Municipio se culpa al gobierno provincial, pero al recibirlos, la retención o el depósito en plazos fijos suele pasar desapercibido. Este ciclo de críticas pone de manifiesto una gestión que no logra garantizar un uso eficiente y equitativo de los recursos educativos.
Es importante destacar que Esteban Reino ha padecido la gestión de María Eugenia Vidal al frente de la provincia de Buenos Aires, una administración que claramente no benefició a los municipios. La política de Vidal dejó a Balcarce y a otras comunas sin recursos suficientes para obras o acciones más allá de los gastos corrientes, limitando así su capacidad para abordar las necesidades de la población. Sin embargo, a partir de diciembre de 2019, el actual gobernador Axel Kicillof ha financiado importantes obras tanto en cantidad como en calidad, lo que contrasta con la gestión anterior. A pesar de este apoyo, el intendente no pierde oportunidad para criticar a Kicillof, lo que provoca confusión sobre su postura respecto a las políticas provinciales.
La dependencia de la coparticipación y el Fondo de Fortalecimiento Municipal es alarmante. Sin estos recursos, la Comuna correría el riesgo de ni siquiera poder abonar los sueldos en tiempo y forma, llevando el escenario a una situación similar a la que enfrentó el gobierno anterior en 2015. Esta vulnerabilidad económica pone en riesgo la estabilidad del municipio y la calidad de vida de sus empleados, lo que genera preocupación entre la población.
El abandono hacia los adultos mayores es otro punto crítico. Las condiciones edilicias del geriátrico Pinto son inaceptables; los residentes se encuentran en situaciones peores que si estuvieran en la calle. La falta de gestión ante los gobiernos nacional y provincial para obtener programas de cuidados y mejorar la infraestructura del hogar de los abuelos refleja una deshumanización en el trato hacia este sector vulnerable de la población. La falta de atención a las necesidades de los adultos mayores es un signo de una gestión que no prioriza el bienestar de todos los ciudadanos.
Por último, la administración de Reino ha mostrado una falta de atención a las demandas habitacionales. No se ha continuado la gestión ante el Instituto de la Vivienda para cumplir con los convenios suscriptos, dejando a muchas familias sin soluciones a sus necesidades de vivienda. Esta inacción ha llevado a un aumento en la insatisfacción de la población, que ve cómo sus necesidades básicas son ignoradas por la administración municipal.
La gestión de Esteban Reino en Balcarce enfrenta serios desafíos que requieren un enfoque renovado y proactivo. La falta de planificación urbana, problemas en la salud, la inseguridad, la gestión educativa, la dependencia económica, el abandono de los adultos mayores y la falta de atención habitacional son aspectos críticos que los ciudadanos esperan que sean abordados con urgencia.
Uno de los problemas más evidentes es la falta de atención al Plan de Ordenamiento Urbano y Territorial. La inadecuada planificación de obras públicas ha tenido consecuencias devastadoras, como se evidenció durante las inundaciones recientes. La incapacidad para prever y gestionar adecuadamente las lluvias intensas, unidas a la falta de limpieza y desobstrucción de los desagües, ha exacerbado la situación. Muchos vecinos se han visto afectados por la falta de infraestructura adecuada que debió planificarse anticipadamente, lo que ha llevado a un sentimiento de frustración y abandono.
En el ámbito de la salud, la situación del Centro de Rehabilitación ubicado en la intersección de las calles 1 y 16 es un claro ejemplo de la falta de gestión. La tardanza en el proceso de pase a la provincia ha llevado a que un servicio esencial para la comunidad no se culmine, dejando a muchos ciudadanos sin el acceso a la atención que necesitan. Esta falta de acción por parte de la administración ha generado críticas entre los habitantes, que ven en esta situación un reflejo de una gestión que no prioriza sus necesidades.
La seguridad es otro tema crítico en Balcarce. La falta de mantenimiento y funcionamiento de las cámaras de vigilancia del Centro Operativo de Monitoreo (COM) ha contribuido a un aumento en el descontrol vial y la inseguridad. Esta problemática no solo afecta la paz de la comunidad, sino que también ha incrementado la demanda de atención médica, desviando recursos como ambulancias hacia accidentes de tránsito en lugar de atender emergencias de salud. La percepción de inseguridad ha crecido, dejando a los ciudadanos con un sentimiento de vulnerabilidad.
En cuanto al manejo del Fondo Educativo, la discrecionalidad en su uso ha generado críticas. Las decisiones sobre el destino de estos fondos recaen en un grupo reducido de personas, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la transparencia y la justicia en la asignación de recursos. Cuando los fondos provinciales se retrasan, desde el Municipio se culpa al gobierno provincial, pero al recibirlos, la retención o el depósito en plazos fijos suele pasar desapercibido. Este ciclo de críticas pone de manifiesto una gestión que no logra garantizar un uso eficiente y equitativo de los recursos educativos.
Es importante destacar que Esteban Reino ha padecido la gestión de María Eugenia Vidal al frente de la provincia de Buenos Aires, una administración que claramente no benefició a los municipios. La política de Vidal dejó a Balcarce y a otras comunas sin recursos suficientes para obras o acciones más allá de los gastos corrientes, limitando así su capacidad para abordar las necesidades de la población. Sin embargo, a partir de diciembre de 2019, el actual gobernador Axel Kicillof ha financiado importantes obras tanto en cantidad como en calidad, lo que contrasta con la gestión anterior. A pesar de este apoyo, el intendente no pierde oportunidad para criticar a Kicillof, lo que provoca confusión sobre su postura respecto a las políticas provinciales.
La dependencia de la coparticipación y el Fondo de Fortalecimiento Municipal es alarmante. Sin estos recursos, la Comuna correría el riesgo de ni siquiera poder abonar los sueldos en tiempo y forma, llevando el escenario a una situación similar a la que enfrentó el gobierno anterior en 2015. Esta vulnerabilidad económica pone en riesgo la estabilidad del municipio y la calidad de vida de sus empleados, lo que genera preocupación entre la población.
El abandono hacia los adultos mayores es otro punto crítico. Las condiciones edilicias del geriátrico Pinto son inaceptables; los residentes se encuentran en situaciones peores que si estuvieran en la calle. La falta de gestión ante los gobiernos nacional y provincial para obtener programas de cuidados y mejorar la infraestructura del hogar de los abuelos refleja una deshumanización en el trato hacia este sector vulnerable de la población. La falta de atención a las necesidades de los adultos mayores es un signo de una gestión que no prioriza el bienestar de todos los ciudadanos.
Por último, la administración de Reino ha mostrado una falta de atención a las demandas habitacionales. No se ha continuado la gestión ante el Instituto de la Vivienda para cumplir con los convenios suscriptos, dejando a muchas familias sin soluciones a sus necesidades de vivienda. Esta inacción ha llevado a un aumento en la insatisfacción de la población, que ve cómo sus necesidades básicas son ignoradas por la administración municipal.
La gestión de Esteban Reino en Balcarce enfrenta serios desafíos que requieren un enfoque renovado y proactivo. La falta de planificación urbana, problemas en la salud, la inseguridad, la gestión educativa, la dependencia económica, el abandono de los adultos mayores y la falta de atención habitacional son aspectos críticos que los ciudadanos esperan que sean abordados con urgencia.
La comunidad de Balcarce merece una gestión que priorice sus necesidades y que trabaje en conjunto con las instancias provinciales para mejorar la calidad de vida de todos sus habitantes. Para enfrentar este desafío e intentar cumplir con las metas, a Esteban Reino le quedan exactamente tres años.