El de Valenzuela a LLA: el superávit de expectativas que complica a Macri en la negociación con Milei. La decisión de Kicillof que condiciona el éxodo de otros dirigentes PRO. La pelea anticipada por la gobernación: libertarios en modo casta. La Fuerzas de Cielo y la "la jefa" Karina: sin fórmula de convivencia.
(DIB) - El pase de Diego Valenzuela desde el PRO a La Libertad Avanza, producido con timing nada casual en un momento álgido de la pulseada entre Javier Milei y Mauricio Macri, cristalizó en un movimiento concreto ese otro superávit que la baja de la inflación produce en el espacio libertario: el de las expectativas políticas. Pero a la vez, detonó internas y produjo enojos que ponen a su dirigencia ante el desafío de encontrar fórmulas de convivencia que no entorpezcan lo que podría ser el inicio de un proceso de expansión.
Valenzuela no se hizo libertario ahora: ya había insinuado juego amarillo al involucrarse, en mayo, en la primera crisis seria entre el macrismo y los libertarios. Híper resumido, el episodio fue así: justo cuando Bullrich presionaba en público a Macri con la idea de disolver PRO en LLA y Valenzuela apareció en un acto de la ministra, junto a Sebastián Pareja, el armador de Karina Milei. Poco después, el expresidente corrió a la senadora Daniela Reich, esposa de Valenzuela, de la presidencia del partido PRO bonaerense, como parte de una embestida contra Bullrich, y la ministra quebró los bloques en la Legislatura: primera fura PRO al orbe libertario.
Esa trama torna factible que la decisión del intendente de Tres de Febrero de dar el salto haya sido madurada hace bastante (fue comunicada a Milei hace unos 10 días, en forma personal). Pero el dato político es que la oficialización llegó en un momento preciso: justo a tiempo para transformarse en un golpe duro para Macri en su pulseada con el presidente en torno a una posible alianza electoral este año. Doble golpe: el líder de PRO no logró contener una fuga mientras que los libertarios sumaron algo que no tenían, un intendente (y del Conurbano), lo que les permite mostrarse como la fuerza de la derecha del espectro que asegura futuro electoral.
Una comprobación de ese efecto es que las versiones de pase de otros dirigentes, de las que ya se hablaba mucho, como se contó acá hace una semana, ahora se volvieron endémicas. Diego Santilli -en busca de revancha por la interna perdida cuando fue candidato de Horacio Rodríguez Larreta-, y los intendentes Guillermo Montenegro -Mar del Plata-, Ramón Lanús -San Isidro- y Manuel Passaglia -el ex de San Nicolás-, son apenas algunos de los dirigentes amarillos que podrían seguirlos pasos de Valenzuela.
Los tiempos de esa migración eventual, de todos modos, son difusos. Por un lado, aún está abierta la posibilidad de algún tipo de acuerdo con Macri para un armado electoral, más allá de que el modo en que se manejó el arribo de Valenzuela de pistas de que no es una prioridad. Pero además, aquí podría incidir una decisión en manos Axel Kicillof: desdoblar o no desdoblar las elecciones. Es que entre algunos alcaldes PRO comenzó a circular la idea de “ir con pie de plomo” en el acercamiento al mundo libertario. ¿El motivo? Creen que, si hay desdoblamiento, el tramo bonaerense del comicio va a tener una lógica ultra local, a lo sumo regional. Los intendentes tienen liderazgo y estructura allí. “Para qué negociar un pase ahora, si más adelante vamos a ser más caros”, especulan.
En esa mesa de arena, el desdoblamiento aparece como una pedra en el camino a Milei, no solo porque el Presidente pretende nacionalizar la elección. Sino porque daría más poder de fuego negociador a los dirigentes que aún responden a Macri. ¿Anotarán estos datos los dirigentes cercanos al Gobernador -que no dice a nadie qué hará si es que ya lo sabe- que construuyen el relato sobre los pro del desdoblamiento?
Espert no reaccionó a ese destrato, pero estalló cuando Valenzuela dejó entrever que quiere ser candidato a gobernador. “Yo me anoto en el equipo para recuperar la provincia en el 2027”, dijo el alcalde, con la garrocha todavía en la mano. Para intentar calmar las aguas, Milei tuvo que recibir a Espert con un pie en el avión que lo llevó a Washington. Hablaron, entre otros temas, de “cómo salvar a la Provincia de Bs As de la debacle kirchnerista”, según contó en X el diputado, cuyo rol formal es presidir la comisión de Presupuesto de la cámara de Diputados nacional. Para completar el mapeo de esas tensiones ultra anticipadas y de perfil casta, hay que sumar a otros dos anotados en esa carrera: Santilla y Cristian Rotondo, al que Milei le dio el respaldo público que Macri le negó por el escándalo de los departamentos en Estados Unidos.
El desorden de ese cuadrilátero se explica, en parte, por la imposibilidad de colocar a Karina, jefa política, como eventual candidata: las encuestas que todos leen tornan inverosímil ese expediente. Pero hay otra cuestión a tener en cuenta: la tensión entre la “jefa” y Santiago Caputo, el tercer lado del triángulo de hierro. Caputo tiene una herramienta, “Las fuerzas del cielo” -la agrupación de “puros” que lanzó Daniel “Gordo Dan” Parisini-, para posicionarse en la provincia. No está claro todavía si hay fórmula de convivencia. Lo que sí parece evidente es que la necesitarán para evitar cortocircuitos. El caso Montenegro es un ejemplo: si el alcalde se suma a LLA lo hará de la mano de Caputo, pero Karina-Pajera tienen otra referencia en Mar del Plata, el diputado Alejandro Carrancio. ¿A quién priorizar?
(DIB) - El pase de Diego Valenzuela desde el PRO a La Libertad Avanza, producido con timing nada casual en un momento álgido de la pulseada entre Javier Milei y Mauricio Macri, cristalizó en un movimiento concreto ese otro superávit que la baja de la inflación produce en el espacio libertario: el de las expectativas políticas. Pero a la vez, detonó internas y produjo enojos que ponen a su dirigencia ante el desafío de encontrar fórmulas de convivencia que no entorpezcan lo que podría ser el inicio de un proceso de expansión.
Valenzuela no se hizo libertario ahora: ya había insinuado juego amarillo al involucrarse, en mayo, en la primera crisis seria entre el macrismo y los libertarios. Híper resumido, el episodio fue así: justo cuando Bullrich presionaba en público a Macri con la idea de disolver PRO en LLA y Valenzuela apareció en un acto de la ministra, junto a Sebastián Pareja, el armador de Karina Milei. Poco después, el expresidente corrió a la senadora Daniela Reich, esposa de Valenzuela, de la presidencia del partido PRO bonaerense, como parte de una embestida contra Bullrich, y la ministra quebró los bloques en la Legislatura: primera fura PRO al orbe libertario.
Esa trama torna factible que la decisión del intendente de Tres de Febrero de dar el salto haya sido madurada hace bastante (fue comunicada a Milei hace unos 10 días, en forma personal). Pero el dato político es que la oficialización llegó en un momento preciso: justo a tiempo para transformarse en un golpe duro para Macri en su pulseada con el presidente en torno a una posible alianza electoral este año. Doble golpe: el líder de PRO no logró contener una fuga mientras que los libertarios sumaron algo que no tenían, un intendente (y del Conurbano), lo que les permite mostrarse como la fuerza de la derecha del espectro que asegura futuro electoral.
Una comprobación de ese efecto es que las versiones de pase de otros dirigentes, de las que ya se hablaba mucho, como se contó acá hace una semana, ahora se volvieron endémicas. Diego Santilli -en busca de revancha por la interna perdida cuando fue candidato de Horacio Rodríguez Larreta-, y los intendentes Guillermo Montenegro -Mar del Plata-, Ramón Lanús -San Isidro- y Manuel Passaglia -el ex de San Nicolás-, son apenas algunos de los dirigentes amarillos que podrían seguirlos pasos de Valenzuela.
Los tiempos de esa migración eventual, de todos modos, son difusos. Por un lado, aún está abierta la posibilidad de algún tipo de acuerdo con Macri para un armado electoral, más allá de que el modo en que se manejó el arribo de Valenzuela de pistas de que no es una prioridad. Pero además, aquí podría incidir una decisión en manos Axel Kicillof: desdoblar o no desdoblar las elecciones. Es que entre algunos alcaldes PRO comenzó a circular la idea de “ir con pie de plomo” en el acercamiento al mundo libertario. ¿El motivo? Creen que, si hay desdoblamiento, el tramo bonaerense del comicio va a tener una lógica ultra local, a lo sumo regional. Los intendentes tienen liderazgo y estructura allí. “Para qué negociar un pase ahora, si más adelante vamos a ser más caros”, especulan.
En esa mesa de arena, el desdoblamiento aparece como una pedra en el camino a Milei, no solo porque el Presidente pretende nacionalizar la elección. Sino porque daría más poder de fuego negociador a los dirigentes que aún responden a Macri. ¿Anotarán estos datos los dirigentes cercanos al Gobernador -que no dice a nadie qué hará si es que ya lo sabe- que construuyen el relato sobre los pro del desdoblamiento?
Truco de cuatro
El martes, Karina Milei protagonizó un desembarco en Mar del Plata que quedó desdibujado por la irrupción -con invitación- de Walter “Alfa”, el ex participante de Gran Hermano que solo unas horas después dejó entrever que podría ser candidato. Al límite de lo bizarro, el episodio incluyó una denuncia de la ex de Alfa, la joven Delfina Wagner, que lo acusó de pedir dinero a cambio de postularse. Fue la señal de alerta: Pareja cortó por lo sano con una desmentida rotunda. Pero el foco en la lista de invitados resaltó por contraste la ausencia de José Luis Espert, el diputado que tiene la venia explícita de Javier Milei para ser primer candidato a diputado nacional por la PBA y, aseguran en su entorno, un preacuerdo para ir por la Gobernación. La omisión puede haber sido casual, aunque tiene un contexto: Karina apenas lo tolera como postulante, incluso le veda la posibilidad de armar listas. Herramienta electoral, sí; crecimiento político, no, parece ser la postura de la poderosa hermana presidencial.Espert no reaccionó a ese destrato, pero estalló cuando Valenzuela dejó entrever que quiere ser candidato a gobernador. “Yo me anoto en el equipo para recuperar la provincia en el 2027”, dijo el alcalde, con la garrocha todavía en la mano. Para intentar calmar las aguas, Milei tuvo que recibir a Espert con un pie en el avión que lo llevó a Washington. Hablaron, entre otros temas, de “cómo salvar a la Provincia de Bs As de la debacle kirchnerista”, según contó en X el diputado, cuyo rol formal es presidir la comisión de Presupuesto de la cámara de Diputados nacional. Para completar el mapeo de esas tensiones ultra anticipadas y de perfil casta, hay que sumar a otros dos anotados en esa carrera: Santilla y Cristian Rotondo, al que Milei le dio el respaldo público que Macri le negó por el escándalo de los departamentos en Estados Unidos.
El desorden de ese cuadrilátero se explica, en parte, por la imposibilidad de colocar a Karina, jefa política, como eventual candidata: las encuestas que todos leen tornan inverosímil ese expediente. Pero hay otra cuestión a tener en cuenta: la tensión entre la “jefa” y Santiago Caputo, el tercer lado del triángulo de hierro. Caputo tiene una herramienta, “Las fuerzas del cielo” -la agrupación de “puros” que lanzó Daniel “Gordo Dan” Parisini-, para posicionarse en la provincia. No está claro todavía si hay fórmula de convivencia. Lo que sí parece evidente es que la necesitarán para evitar cortocircuitos. El caso Montenegro es un ejemplo: si el alcalde se suma a LLA lo hará de la mano de Caputo, pero Karina-Pajera tienen otra referencia en Mar del Plata, el diputado Alejandro Carrancio. ¿A quién priorizar?
Por Andrés Lavaselli para Diarios Bonaerenses.