
Las protestas desarrolladas este miércoles frente al Congreso de la Nación contra el gobierno de Javier Milei dejaron un saldo alarmante: más de 20 heridos y al menos 100 detenidos de forma arbitraria, según diversas organizaciones de derechos humanos y medios presentes en el lugar.
Entre los casos más graves, se encuentra el de un joven de 23 años oriundo de Necochea, quien recibió un impacto de bala de goma en el rostro. Tras una intervención quirúrgica de urgencia, habría perdido un ojo, aunque evoluciona lentamente, según indicó el portal Cuatro Vientos.
Las manifestaciones, en gran parte encabezadas por jubilados, fueron violentamente reprimidas por las fuerzas de seguridad bajo las órdenes del Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich. Incluso desde sectores del propio oficialismo, se reconoció que hubo excesos y acciones que podrían tener consecuencias legales por la gravedad de los hechos reportados.
Uno de los momentos más conmocionantes de la jornada fue captado en video: una mujer de 83 años fue empujada brutalmente por un efectivo policial, lo que le provocó un corte en la cabeza tras caer al asfalto. Afortunadamente, fue atendida y ya se encuentra en su domicilio recuperándose.
También resultó herido de gravedad el fotógrafo Pablo Carrillo, impactado en la cabeza por una cápsula de gas lacrimógeno lanzada por la policía. El hecho fue filmado y rápidamente se viralizó como símbolo del descontrol de las fuerzas en la plaza Dos Congresos.
La respuesta ciudadana no tardó en llegar. Durante la noche, cientos de manifestantes autoconvocados se concentraron frente a la Casa Rosada con cacerolas, exigiendo la renuncia de Bullrich y el fin de la represión.
Los episodios dejaron al descubierto posibles maniobras de inteligencia y provocación. Uno de los hechos más llamativos fue la aparición de un patrullero abandonado con las puertas abiertas y sirenas encendidas en Avenida de Mayo, que posteriormente fue incendiado. Aunque no se conoce quiénes fueron los responsables, el hecho fue usado como tapa en diversos medios afines al oficialismo.
En otro momento registrado por cámaras de televisión, se observó a un policía dejando caer un arma al suelo en una aparente maniobra para incriminar manifestantes, lo que generó fuertes sospechas de montaje.
Este nuevo escándalo se suma al creciente malestar social y la caída en la imagen del gobierno, que viene siendo golpeado por múltiples frentes. A la represión se suma el caso de la criptoestafa con la moneda $LIBRA, donde se investiga una posible participación directa del presidente Javier Milei en lo que especialistas señalan como una estafa tipo “rug pull”.
El clima político también se tensó con lo ocurrido en Bahía Blanca, ciudad históricamente afín al oficialismo, donde el presidente fue abucheado por vecinos en medio de una situación crítica que también involucra denuncias de abandono estatal.
Uno de los momentos más conmocionantes de la jornada fue captado en video: una mujer de 83 años fue empujada brutalmente por un efectivo policial, lo que le provocó un corte en la cabeza tras caer al asfalto. Afortunadamente, fue atendida y ya se encuentra en su domicilio recuperándose.
También resultó herido de gravedad el fotógrafo Pablo Carrillo, impactado en la cabeza por una cápsula de gas lacrimógeno lanzada por la policía. El hecho fue filmado y rápidamente se viralizó como símbolo del descontrol de las fuerzas en la plaza Dos Congresos.
La respuesta ciudadana no tardó en llegar. Durante la noche, cientos de manifestantes autoconvocados se concentraron frente a la Casa Rosada con cacerolas, exigiendo la renuncia de Bullrich y el fin de la represión.
Los episodios dejaron al descubierto posibles maniobras de inteligencia y provocación. Uno de los hechos más llamativos fue la aparición de un patrullero abandonado con las puertas abiertas y sirenas encendidas en Avenida de Mayo, que posteriormente fue incendiado. Aunque no se conoce quiénes fueron los responsables, el hecho fue usado como tapa en diversos medios afines al oficialismo.
En otro momento registrado por cámaras de televisión, se observó a un policía dejando caer un arma al suelo en una aparente maniobra para incriminar manifestantes, lo que generó fuertes sospechas de montaje.
Este nuevo escándalo se suma al creciente malestar social y la caída en la imagen del gobierno, que viene siendo golpeado por múltiples frentes. A la represión se suma el caso de la criptoestafa con la moneda $LIBRA, donde se investiga una posible participación directa del presidente Javier Milei en lo que especialistas señalan como una estafa tipo “rug pull”.
El clima político también se tensó con lo ocurrido en Bahía Blanca, ciudad históricamente afín al oficialismo, donde el presidente fue abucheado por vecinos en medio de una situación crítica que también involucra denuncias de abandono estatal.